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Escudo del Estado de Guerrero

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sábado, 20 de junio de 2009

¡Así nació la Universidad Autónoma de Guerrero!


Juan Alarcón Hernández

-Líder Estudiantil del Colegio del Estado-


Platicando con el licenciado Juan Alarcón Hernández acerca de la histórica huelga de 1960 que produjo el nacimiento de la Universidad Autónoma de Guerrero, refirió que a mucha gente de Acapulco y las costas, quienes participaron en ese movimiento, casi nunca se les ha mencionado.

Citó a Prisco Vinalay, Filomena Caro, Toña Ayerdi, Praxedes Lobato, Canuto Nogueda Radilla, quien fue presidente municipal al terminar el movimiento, Imperio Rebolledo Ayerdi, Bernardino Vielma y la familia Vielma Heras, Rubén Fuentes, los hermanos Bernal (Pacho y Obdulio), Efraín Zúñiga, la hija o hermana de María de la O, Nicandro Vielma, su señor padre y su hija Noemí, Aída Nájera, esposa del licenciado Juan Alarcón Hernández, Emma Alarcón, que era maestra; la hijita del dueño del hotel El Mirador, señor Barnard, Antonio Lluck, de la CROM, don Tacho Martínez, que formó parte del Comité de Defensa del Patronato de Acapulco.

Recordó cómo, arengando al pueblo, fue que sacó de la cárcel a Lucio Cabañas Barrientos, en Atoyac, durante el movimiento del mes de noviembre. Platicó la anécdota de cuando gente de la colonia La Laja de Acapulco los iba a atacar, “pero de pronto los estudiantes vimos cómo empezó a llegar gente de las colonias hasta formar una multitud para protegernos.

“Te acabo de mencionar a mucha gente que participó en el Movimiento del 60 y quienes no han sido objeto de un reconocimiento por parte de la universidad ni de aquellos que fueron los principales dirigentes de ese movimiento.

“Se les ignora porque no fueron los que participaron en Chilpancingo. Recordemos que el movimiento no fue de Chilpancingo solamente. Aquí se inicia, aquí se fortalece pero también se fortalece en otros lugares como Acapulco y Atoyac.

“Yo estuve dirigiendo las acciones en Acapulco, y participaron junto conmigo una buena cantidad de personas muy reconocidas, cuyos nombres te he expuesto, quizá me falten algunos como Baltazar Hernández que también tuvo una participación muy importante, la hermana o la hija de María de la O que no recuerdo su nombre, de hombres como Nicolás Román Benítez que también participó activamente en apoyo de los universitarios.

“Yo fui a Acapulco con la representación del Comité de Huelga con una carta que me firmó Jesús Araujo en donde me decía que representaría yo a Acapulco y las dos costas en el movimiento del 60 y lo hice porque pensé que en Chilpancingo ya estaba fortalecido el movimiento, ya contaba con el apoyo popular y entonces yo me fui a Acapulco con el propósito de levantar en huelga a la Preparatoria, y levanté a la Preparatoria, a la Secundaria, al Instituto de Bellas Artes que se pusieron en huelga, pero también participaron muy activamente todos los miembros de la CROM, los lancheros, gente del pueblo, de los barrios de Acapulco.

“Recuerdo que en una ocasión, la colonia La Laja, que tenía como líder a Lopitos, que era amigo y apoyaba a Caballero Aburto, nos hizo una gran manifestación en contra del movimiento. Iban como diez mil personas en marcha. Nosotros éramos muy pocos, éramos si acaso unos doscientos estudiantes que estábamos en plantón en el zócalo de Acapulco, pero de repente empiezan a bajar las gentes de los barrios para apoyarnos, porque los barrios no participaban porque a cada rato se nos golpeaba o golpeaban a mucha gente, los encarcelaban, y nos decían: Ya lo que queremos es agarrar las armas en lugar de estar en escaramuzas de mítines, y nosotros, claro, siempre pensamos que era un movimiento de protesta, de inquietud que teníamos los universitarios pero que de ninguna manera pensábamos en las armas. Y entonces, de pronto, se baja todo Acapulco. Yo creo que eran entre veinte y treinta mil gentes las que nos vinieron a apoyar, y de pronto se empezaron a repartir unas lanzas de madera con unas puntas cortantes que yo nunca he sabido de dónde vinieron, quién las preparó, quién las hizo, quién nos las obsequió, pero era con el propósito de defendernos.

“Para esto te digo que muchos lancheros estaban pendientes desde sus embarcaciones, todo el malecón, armados, esperando a los de La Laja. Yo creo que eso hubiera sido una situación catastrófica. Ahí hubiera sido el fin de Caballero Aburto, pero con muchos sacrificios de personas. Qué bueno que no se dio, y qué lamentablemente que se dio en Chilpancingo, pero creo que fue menor el número de muertos si se hubiera dado en aquella ocasión en Acapulco, eso fue el 6 de diciembre, más o menos.

“Estaban encarcelados Lucio Cabañas e Imperio Rebolledo por un mitin que habíamos hecho en Atoyac. Entonces, yo por la noche de ese día que los detuvieron, organicé al pueblo y tomamos las calles y luego tomamos el ayuntamiento. Éramos casi todo el pueblo de Atoyac, yo estaba arengando al pueblo, a seguir firmes, presionando para que nuestros compañeros fueran puestos en libertad.

“Recuerdo, como anécdota, que hablaba y hablaba al pueblo que estaba frente a mi, desde el portal del ayuntamiento, pero atrás de mi estaba enfilado un pelotón del ejército, y uno de ellos con un fusil Mendoza, que es impresionante esa arma. Entonces yo hablaba y a cada rato volteaba a ver, porque tenía temor que de pronto se le pudiera salir una bala a alguno de los del ejército. Afortunadamente no ocurrió eso, pero sí ocurrió lo que nosotros pretendíamos, la salida de Lucio Cabañas y de Imperio Rebolledo de la cárcel, y te advierto lo siguiente: que cuando salen, a Lucio Cabañas lo agarran en hombros y gentes del pueblo siguiéndolo se lo llevaron a su domicilio particular. Yo, como andaba un poco con problemas de temores por razones obvias, era un clandestino en esas luchas. Lo que hice, fue tomar un taxi en la noche sin decirle a nadie y me trasladé a Acapulco para protegerme de cualquier agresión.

“Era yo integrante del Comité de Huelga con la acreditación que me dio Jesús Araujo. Hay muchas cosas que comentar sobre esto. Juan Sánchez Andraca ha dicho algunas cosas que son ciertas, cómo iniciamos el movimiento político en contra de Caballero Aburto. En un mitin que se llevó a cabo entre los jardines Nicolás Bravo y Cuéllar, que eran los dos jardines atravesados por una calle, la calle 16 de septiembre, tengo entendido, y ahí iniciamos la lucha política en contra de Caballero Aburto, en unos discursos incendiarios que lanzamos. Yo los inicié, me siguió Juan Sánchez Andraca, Imperio Rebolledo, Rubén Fuentes, Tito Díaz, a quienes recuerdo que hablamos en esa ocasión, y cuando regresamos, ya era el movimiento en contra de Caballero Aburto”.

-Antes de que esto ocurriera, usted ya encabezaba el movimiento estudiantil, y ahí se exponían algunas ideas para convertir al Colegio del Estado en Universidad.

“Sí, en efecto. Nosotros hicimos el Primer Congreso Estudiantil que se llevó a cabo en Chilpancingo. Ahí convocamos a las Secundarias, a las instituciones educativas de ese tiempo y vinieron en representación de esas escuelas estudiantes como Jesús Araujo; Che Lupe representó a una escuela de Chilpancingo, a la Prepa, yo también. Yo era el Presidente de la Federación de Estudiantes Guerrerenses y con ese motivo convoqué al Congreso. Estuvieron Bernardino Vielma, Imperio Rebolledo, Rubén Fuentes, Rafael Carmona Baños, Jaime Pineda, el compañero Delfino Quinto Martínez, Balfré Mejía, Eulalio Alfaro, muchos de los estudiantes que se constituyeron en dirigentes combativos en torno a la universidad, pero yo los conjunté en ese congreso, a mi me tocó ese honor, en 1956 por septiembre u octubre, 1956 o 1957, no recuerdo bien.

“Y de ahí tuvimos después una huelga en 1958, que pedíamos la construcción del edificio, del frente de la universidad, del actual frontispicio. Se construyó porque estaba muy deteriorado con motivo del temblor del 57, luego pedimos la salida del director del Colegio del Estado, también Becas y nos donaron los terrenos donde ahora está una Unidad Habitacional, al lado del Colegio del Estado, con motivo de esa huelga.

“Pero desde ahí comienzan las confrontaciones con gentes de Caballero Aburto que nos mandaban policías vestidos de civiles, estudiantes que eran de la simpatía de Caballero Aburto y nos amenazaban todas las noches con que nos iban a sacar del edificio. No pudieron hacerlo, pero quedó una situación de resabio y desde ahí comienza una persecución política sobre todo mía, que era quien encabezaba el movimiento del 58.

“Tuve muchos problemas con Caballero Aburto. Un día me mandó a traer con unos policías a la Casa del Estudiante. Yo no quise ir con ellos, me fui por separado a ver al gobernador y me trató mal como periodista, porque yo había escrito algo en contra de él, porque te diré: a la vez que estudiaba, trabajaba como corresponsal del diario Trópico de Acapulco que era con lo que me mantenía, con lo que me sostenía en mi alimentación. Y hubo esa problemática que se dio.
“Después empezaron algunas amenazas muy veladas, yo me fui a la ciudad de México como una cuestión de precaución, de prevenir alguna situación, y después regresé, porque creamos el Frente Reinvindicador de Juventudes Guerrerenses que era de lucha frontal en contra de Caballero Aburto. Estaba la Asociación Cívica y nosotros como Frente Reinvindicador.

“Cuando se crea la universidad, nosotros hicimos muchos volantes, panfletos, carteles en donde firmábamos y estábamos en contra de que se hubiera creado la universidad por decreto, porque solamente, decíamos, había cambiado de sexo: De Colegio del Estado se había hecho universidad, pero sin ningún cambio, ninguna modificación, ningún plan nuevo de estudio. No se planificó o no se planeó la creación de la universidad. Solamente fue una especie mediática, para hacerse publicidad el gobernador de que había cumplido con aquél Congreso en el que nosotros habíamos pedido a López Mateos, que vino de visita en su campaña a Chilpancingo, y le habíamos pedido la creación de la Universidad del Sur, que después se dio como Universidad de Guerrero y luego logró su autonomía. Estas son algunos de los pasajes que yo los recuerdo de ese movimiento y que indudablemente yo siempre he manifestados mis respetos a los lideres universitarios.
“Nosotros fuimos quizá la parte no importante del movimiento. Los importantes ya sabemos quienes son, como Jesús Araujo que fue el principal líder; nosotros fuimos coadyuvantes de ese movimiento como integrantes de ese grupo que me cabe el honor de decir: fue un grupo que yo formé con aquél Congreso Estudiantil Guerrerense, el primero, y que no lo hice con esa intención. Mis intenciones eran otras, por ejemplo la creación de la universidad, inclusive teníamos un periódico que se llamaba Universidad del Sur, que dirigía nuestro amigo Pinzón. La verdad que fue un trabajo que ya veníamos realizando con anterioridad. La historia no es aislada, tiene secuencia, tiene eslabones, está encadenada. Nosotros veníamos poniendo las piedritas para empedrar el camino que mas tarde fue ese gran movimiento de 1960”.

-¿Qué ideología los motivaba, qué inspiraba a usted a tener esa actitud de lucha, de participación a un cambio?

“Realmente en ese tiempo no hablábamos de ideología, sencillamente era una cuestión de vocación innata. Yo pienso que es una vocación innata la que tenemos las gentes que amamos a la sociedad, que queremos un mejor destino para este país, que queremos que haya justicia, equidad; queremos algo mejor para este pueblo.

“Entonces, era nuestro propósito. La autonomía universitaria es una cuestión histórica de tradición, de la lucha de los estudiantes. Siempre queremos la autonomía de la universidad, porque de ese modo, hay una especie de autogobierno. La universidad se gobierna a si misma, hay libertad de cátedra, hay la democracia interna que se da con el nombramiento de rector, de los consejeros, es decir, hay participación estudiantil en todo esto.

“Nosotros luchábamos por algo que pensábamos sería un porvenir o un futuro para la universidad. Quizá no fue así, quizá no alcanzamos los objetivos, pero ese era nuestro ideal. Éramos estudiantes idealistas, no teníamos intereses. Se nos acusó mucho de que éramos seguidores de Castro Ruz, de la ideología del Partido Comunista. Se nos acusó de que recibíamos dinero en rublos para sostener el movimiento. No era cierto. El movimiento se sostuvo por si mismo, por las aportaciones de las gentes que colaboraron en forma espontánea. Los pescadores de Acapulco traían carne de pescado, mariscos todos los días. Venían a surtir a los estudiantes. A nosotros nos consta porque estábamos en Acapulco comisionados en la lucha universitaria. Fuimos a levantar a Acapulco y lo levantamos, lo logré. No era fácil, pero yo lo logré.

“Había estudiantes muy idealistas, había grupos, porque en ese tiempo del 58, del movimiento que yo encabecé junto con Alfaro y el Che Lupe, se creó un grupo de apoyo a Caballero Aburto. Un grupo con las simpatías de Caballero Aburto, y ahí se integra con ese grupo el Pentatlón Universitario sostenido por Caballero Aburto, que era más que nada un grupo de choque que se dio con motivo de aquel movimiento. Por eso digo, los eslabones se van dando, no puede desconectarse una cosa de la otra, desde ahí empieza el problema con Caballero Aburto. Estaba muy molesto con los universitarios por todo lo que había ocurrido, los carteles que se tiraron el día que vino Donato Miranda Fonseca en representación del Presidente y que vinieron a inaugurar la universidad, y cuando se tiran todos esos carteles, estaba muy molesto porque eran carteles de protesta en contra de la creación por decreto de la universidad, y luego siguió el rencor en contra de nosotros al grado que yo mejor me retiré de Chilpancingo un tiempo, después me reincorporé, y lo mismo hizo Che Lupe. Che Lupe estuvo en su tierra mucho tiempo. Cuando se inicia el movimiento, lo empezamos a llamar que viniera para que se incorporara.
“Cuando se inicia el movimiento a mi me agredieron y agredieron a Juan Sánchez Andraca. Después de terminado el movimiento del 58 empezó la persecución que te digo por parte de Caballero Aburto. Se crearon los grupos, y un grupo de ellos me agredió saliendo del aula, y luego, a Juan Sánchez Andraca. Cuando se inicia el movimiento lo agrede ese mismo grupo, el Pentatlón universitario creado con motivo de la huelga de 1958”.

-El día 2 de noviembre, con motivo del Día de Muertos hubo por la noche una manifestación muy importante por parte de los estudiantes y del pueblo por las calles de Chilpancingo.
“La Noche del 2 de noviembre es cuando empieza a fortalecerse el movimiento y culmina con el 6 de noviembre cuando son agredidos por los miembros del ejército un buen número de estudiantes. De ahí se exacerban los ánimos, y a partir de ahí ya era muy difícil cualquier diálogo con el gobierno, la situación se puso muy difícil. Ya había contrapuntos muy fuertes, ya fue difícil el arreglo político de ese movimiento. Un poco antes pudo haberse logrado que hubiera una actitud diferente y no de beligerancia, pero no hubo las condiciones en virtud de Caballero Aburto. Hablaba mucho del principio de autoridad, y ese principio de autoridad no les permitía dialogar con estudiantes que estaban en un movimiento”.

-Y luego vino la participación total de los trabajadores del gobierno a favor de los estudiantes y entró el comercio en su apoyo…

“Los trabajadores, se sumaron todos a la lucha, los pequeños comerciantes del mercado no le vendían nada a la familia Caballero ni a los funcionarios, nada de alimentos, y el mercado se trasladó a la alameda en apoyo del movimiento universitario, era una situación difícil para el gobierno. El gobierno tuvo que andar fuera de la capital, era un gobierno trashumante, pero no revolucionario, sino trashumante porque no los veían bien en Chilpancingo.
“Chilpancingo se unió en contra de Caballero Aburto, Acapulco también en contra de Caballero Aburto, en Atoyac, también. Solamente en Técpan era donde él tenía un bastión, un grupo de amigos que lo apoyaban, pero en todo lo demás la lucha estaba abierta en contra de Caballero Aburto”.

-¿Dónde estaba el gobernador en ese entonces, dónde despachaba?

“No sabíamos de él, sencillamente no sabíamos dónde se encontraba, ¿por qué? El PRI, abandonado, que era una fortaleza de Caballero Aburto, todos los dirigentes se fueron. La Cámara de Diputados, no sesionaba, estaban ausentes, y Caballero Aburto no se sabía dónde se encontraba. La señora (Margarita Escandón de Caballero Aburto) creo que se había ido a México (ciudad) y todo estaba descontrolado. La verdad yo nunca supe cómo se dio la orden para el aspecto del ataque del 30 de diciembre a un pueblo inerme. No sé cómo se haya dado, yo ignoré siempre cómo se dio esa situación, yo la desconozco hasta la fecha”.

-¿Dónde estaba usted esa tarde del 30 de diciembre de 1960?

“Yo estaba en Acapulco defendiendo el bastión de Acapulco, posesión de Acapulco y me vine, claro, una vez que ocurrieron los hechos. Había mucho temor, teníamos todos temor de que algo nos ocurriera, éramos más fácil blanco de que nos pudiera ocurrir algo. Nosotros, por ejemplo, en las noches tomábamos un taxi sin decir adónde íbamos, y nos trasladábamos de un lugar a otro pero en forma casi clandestina, no porque fuera un movimiento clandestino, era un movimiento abierto, pero todos teníamos que guardar ciertas precauciones para no ser motivo de un blanco por parte de gentes ya no digamos enviadas por Caballero Aburto, sino sencillamente fanáticos de Caballero Aburto que nos pudieran agredir”.

-Usted me habla con mucha coherencia de cómo la historia eslabona a los seres humanos y los acontecimientos. Son hechos que están muy presentes en la memoria del pueblo, pero, ¿en ese tiempo qué papel desempeñaban Genaro Vázquez y Lucio Cabañas?

“Genaro Vázquez, en primer lugar, era el presidente de la Asociación Cívica Guerrerense. Primero fue López Carmona, creo que Darío y después lo sustituyó Genaro Vázquez. Hizo una campaña muy fuerte a través de la Asociación Cívica Guerrerense en el estado de Guerrero. Cuando se inicia el movimiento, ellos se instalan frente al Palacio de Gobierno, en el Jardín Nicolás Bravo, ahí hicieron una especie de círculo, todos ellos se reunieron y ahí dormían, ahí estaban siempre presentes en plan de protesta y en apoyo, desde luego, al movimiento universitario, que ya se había iniciado. Ellos se instalan cuando el movimiento universitario se inicia. Después, los sacan de ahí. No sé si por la fuerza o por el convencimiento, pero más bien yo creo que ha de haber sido por la fuerza policíaca. Los sacan y los mandan al Jardín Cuéllar, donde estaba el quiosco. Ahí se instalan. Yo recuerdo que ahí hicimos un mitin. Bernardino Vielma y yo dimos a conocer una serie de actos de injusticia y arbitrariedades cometidas por Caballero Aburto, por el gobierno de Caballero Aburto. Pero era enorme la lista, y estuvimos leyendo punto por punto. Estuvo ahí también Tito Díaz Nava, que en paz descanse y total que estaban ahí los de la Asociación Cívica Guerrerense. Posteriormente los sacan del quisco, una vez que se recrudece el movimiento, se pone más fuerte, y entonces ellos se van a la alameda a apoyar el movimiento universitario, y claro, ellos tenían su propio movimiento, sacaban manifiestos, y después de incorporaron a la Coalición de Organizaciones del Pueblo en contra de Caballero Aburto, así fue el trabajo de Genaro Vázquez.
Lucio Cabañas participó directamente en el movimiento estudiantil, por separado, no estaba al lado de Genaro, sino por separado él estaba con el movimiento universitario, él estuvo algunos días con los universitarios ahí en la universidad, y de ahí se trasladó a Atoyac para trabajar para el movimiento universitario. Justo cuando yo fui a Atoyac y preparamos aquél mitin, Lucio Cabañas habló en ese mitin y de pronto llega la policía y lo encarcelan, a él y a Imperio Rebolledo. A mí un doctor, el doctor Becerra creo que era, conocido de Atoyac, un liberal Masón, y me agarra y me dice: Vámonos. Le dije, no, yo no me… Me dice: Vámonos, y me saca por su consultorio. Entonces, creo hizo bien, porque de esa manera yo mandé inmediatamente a preparar la manifestación que te digo y en la noche me lancé a arengar al pueblo y a presionar sobre la salida de Lucio Cabañas, y ahí sacamos a Lucio Cabañas y a Imperio Rebolledo.

-Gracias, señor licenciado Juan Alarcón, seguiremos platicando.

“Cómo no, hay muchas cosas de qué hablar sobre estas cuestiones, porque lamentablemente en la cuestión del movimiento universitario, muchos hablan cuestiones, algunos, partidistamente, otros grupalmente, quieren llevar el movimiento a su organización. Yo creo que no debe ser eso, sino decir la realidad, cómo estuvo. Cuál fue realmente el movimiento. Quizá hay cosas que yo desconozca cómo se generaron pero en lo general tengo una información muy clara sobre esto. Hay cosas que quizá ya no las recuerdo bien, pero en lo general este es el curso que ha seguido la universidad en su historia estudiantil y en su movimiento. Los dos, el del 58 y el de 60”.
-Muchas gracias, licenciado Alarcón Hernández.
Nota: El licenciado Juan Alarcón Hérnandez es en la actualidad Presidente de la Comisión Estatal de los Derecho Humanos en Guerrero (México).

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